Mi amigo Juan: El Sevilla

Hace ya 23 años que cumplí con la “obligación” de realizar el servicio militar :La Mili. Algo totalmente absurdo y fuera de lugar, en donde no aprendes nada y te das cuenta día a día de que estas perdiendo el tiempo.
Podría explicar muchas cosas en contra del servicio militar, pero gracias a Dios, hoy en día ya no es algo obligatorio y por lo tanto no merece la pena acordarse de ellas.
Pero si de algo no me arrepiento y de lo que si me gusta acordarme, es de las buenas amistades que allí se hacen y los buenos recuerdos que guardo de ellas.
Estoy hablando de mi amigo Juan. Un chico de Sevilla con el que codo a codo pasamos aquellos interminables 12 meses de nuestras vidas, en los que nos reímos, lloramos y nos apoyamos el uno en el otro hasta el ultimo día. Compartíamos todo lo compartible y pasábamos horas hablando de nuestras vidas, de nuestras cosas y como no de nuestras novias.
Se termino la mili, y todos estábamos contentos de volver a nuestras vidas normales, pero en mi corazón estaba la pena de despedirme de mi amigo Juan, el Sevilla. Un abrazo y un beso de hermano, fue nuestra despedida. Sabia que eran muchos los kilómetros que nos separaban y que seria difícil de mantener la relación. Por cosas de la vida, ni uno ni el otro pudimos asistir a nuestras respectivas bodas, pero seguíamos en contacto telefónico. Con el tiempo dejamos de llamarnos, pero yo siempre decía que en Sevilla tenia un amigo, Juan y que algún día iría a visitarlo.
El pasado viernes, y después de 23 años nos dimos un abrazo de nuevo, cargado de emoción y de sentimiento. Charlamos durante varias horas, que a mi se me hicieron muy cortas. Nos explicamos a grandes rasgos nuestras vidas y pude conocer a esa gran mujer, Mari con la que ha compartido todos estos años y con los que ha tenido dos hijos preciosos.
Mi mujer, Joa, pudo conocer a ese amigo del que tanto le he hablado y disfrutar de su hospitalidad.
Estoy orgulloso de tener un amigo en Sevilla!!!!