INDEX BLOG

divendres, 21 de març del 2008

La tienda de la verdad ( cedit per Angelet)

LA TIENDA DE LA VERDAD
El hombre caminaba paseando por aquellas pequeñas callecitas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y entonces se detenía algunos instantes en cada vidriera, en cada negocio, en cada plaza.Al dar vuelta una esquina se encontró de pronto frente a un modesto local cuya marquesina estaba en blanco, intrigado se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate... en el interior, solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba: Tienda de la verdadEl hombre estaba sorprendido. Pensó que era un nombre de fantasía, pero no pudo imaginar qué vendían. Entró. Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó:— Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad?— Sí, señor, ¿qué tipo de verdad anda buscando: verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística, verdad completa?Así que aquí vendían verdad. Nunca se había imaginado que esto era posible, llegar a un lugar y llevarse la verdad, era maravilloso.— Verdad completa –contestó el hombre sin dudarlo. “Estoy tan cansado de mentiras y de falsificaciones”, pensó, “no quiero más generalizaciones ni justificaciones, engaños ni defraudaciones”.— ¡Verdad plena! –ratificó.— Bien, señor, sígame.La señorita acompañó al cliente a otro sector y señalando a un vendedor de rostro adusto, le dijo:— El señor lo va a atender.El vendedor se acercó y esperó que el hombre hablara.— Vengo a comprar la verdad completa.— Ahá, perdón, ¿el señor sabe el precio?— No, ¿cuál es? –contestó rutinariamente. En realidad, él sabía que estaba dispuesto a pagar lo que fuera por toda la verdad.— Si usted se la lleva –dijo el vendedor— el precio es que nunca más podrá estar en paz.Un frío corrió por la espalda del hombre, nunca se había imaginado que el precio fuera tan grande.— Gra... gracias, disculpe... –balbuceó.Se dio vuelta y salió del negocio mirando el piso.Se sintió un poco triste al darse cuenta de que todavía no estaba preparado para la verdad absoluta, de que todavía necesitaba algunas mentiras donde encontrar descanso, algunos mitos e idealizaciones en los cuales refugiarse, algunas justificaciones para no tener que enfrentarse consigo mismo. “Quizás más adelante”, pensó...No necesariamente lo que para mí es beneficioso, lo es también para otro. Puede suceder y es justo que así sea que alguien crea que el precio de cierto beneficio sea demasiado costoso.
Es válido que cada uno decida qué precio quiere pagar a cambio de lo que recibe, y es lógico que cada uno elija el momento para recibir lo que el mundo le ofrece, sea la verdad o cualquier otro “beneficio”.

3 comentaris:

  1. Aquest és el primer conte que vaig llegir d'ell i el que més em va impactar, no té res, és curt, però la seva ensenyança és tan gran.... Angelet.

    Los niños estaban solos.

    Una mujer, viuda, con dos niños, un bebe y Pancho de 6 años.
    Esta tuvo que salir una mañana temprano y los dejo al cuidado de Marina, una chica joven de dieciocho años que de vez en cuando contrataba por poco dinero. Marina habia quedado con su novio, y en cuanto este llego a recogerla, Marina comprobo que los niños dormian, cerró la puerta de la habitación con llave para asegurarse de que no se escaparan o corrieran el riesgo de salir de la habitación y caerse por las escaleras, y descolgó el telefono antes de marchar.
    Al tiempo, no se sabe por que motivo, si por un cortocircuito o que, las cortinar comenzaron a arder, y el fuego rapidamente alcanzó la escalera de madera que conducía a los dormitorios. La tos del bebe causada por el humo desperto a Pancho, que saltó de la cama y forcejeó con la puerta para poder salir, pero no pudo. Este grito a Marina, pero nadie contestaba, fue a marcar el numero de su mama en el telefono que tenia en su cuarto, pero no habia linea. Pancho sabia que tenia que sacar de alli a su hermano, intento abrir la ventana que daba a la cornisa, pero no podia quitar el seguro con su pequeñas manos, y aunque pudiera, aún debía soltar la malla de alambre que una vez su padre colocó como protección.
    ...

    Cuando los bomberos terminaron de apagar el incendio, el tema de conversación de todos era el mismo:

    "¿Cómo pudo ese niño tan pequeño romper el cristal y luego la malla con el perchero?"
    "¿Cómo pudo cargar al bebe en la mochila?"
    "¿Cómo pudo caminar por la cornisa con semejante peso y bajar por el arbol?"
    "¿Cómo pudo salvar su vida y la de su hermano?"

    El viejo jefe de bomberos, les dio la respuesta:

    -Panchito estaba solo... No tenía a nadie que le dijera que no iba a poder.

    ResponElimina
  2. Sembla mentida d'on pot arribar el ser humà i la força de l'amor.
    Una abraçada

    ResponElimina
  3. Si crees que algo o alguien te pertenece déjalo libre, si no regresa, nunca fue algo tuyo.

    Angelet.

    ResponElimina